Por el hecho de que con 1 kilogramo de uvas se consiguen 750 ml de vino. Pues 750 ml era la cantidad correcta de vino para ser útil 6 copas (125 ml por persona). Por el hecho de que ese número simbolizaba la aptitud pulmonar máxima que podía emplear un soplador de botellas anteriormente.
Si bien hay en el mercado hasta 14 botellas de vino de distintas tamaños, es verdad que la botella de 75 cl, o tres cuartos de litro, es el estándar. El origen de esta cantidad no está totalmente claro, en tanto que hay distintas teorías, pero fue en la década de los 70 en el momento en que los países mucho más esenciales acordaron adoptar esta medida para las botellas, facilitando de este modo el cobro de los impuestos aduaneros.
Y sucede que la economía tiende a ser la contestación mucho más correcta a las realidades de nuestro día a día, y el vino no iba a ser una salvedad. Había un inconveniente con el cobro de impuestos aduaneros sobre el vino, puesto que distintas países utilizaban botellas de distintas tamaños. Los anglosajones usaron su sistema de onzas y fracciones, en comparación con la Europa continental, que optó por el sistema métrico en la mayoría de los casos decimal de litros. Por tal razón, se precisaba una estandarización para hacer más simple los trámites aduaneros para la exportación y también importación de vino.
Desde la era imperial hasta nuestros días
De todos modos, la adopción del formato de botella de 750 ml hay que a un avance parcialmente reciente. Fue en los años 70 en el momento en que se impuso esta medida en numerosos países. En 1975, la legislación europea sobre envases (Directiva 75/106, más tarde reemplazada por futuras Ordenes) declaró que el vino solo podía venderse si se encontraba empaquetado en determinados tamaños de envases, estableciendo que para botellas en el rango entre 50 cl y 1 litro por 75 cl . formato el único tolerado. USA, siguiendo la legislación europea, haría lo propio al entablar su patrón métrico para el empaquetado de líquidos, que entraría en vigor en 1979.
Unos años antes, tras el objetivo de la Ley Seca a fines de 1933., USA demandó que todos y cada uno de los vinos y licores se vendiesen por botella (en vez de la vieja práctica de obtener whisky por barril), detallando qué proporciones podía contener una botella de vino o licores. Así, se aseguró la correcta recaudación de impuestos por la parte del gobierno. Además de esto, esto evitaba mentir a los usuarios, al entablar un sistema estandarizado, y el quinto galón era el tamaño más habitual para vinos y licores (75,7 cl).
¿El tamaño importa?
Alén de la versión tradicional, en el planeta del vino existe consenso en que el más destacable formato es el de 1,5 litros. Algo llamó la botella Magnum.
Este bulto se considera conveniente para encuentros entre múltiples paladares gourmet. Esto se origina por que las botellas de 1,5 litros tienen la posibilidad de preservar de forma perfecta el vino, en tanto que tienen exactamente la misma proporción de oxígeno y desarrollan menos oxidación, lo que deja que el líquido envejezca de forma mucho más lenta y armoniosa.
Ciertos sostienen que tiene algo que ver con la aptitud pulmonar máxima de los sopladores que los fabricaban hace varios años.
Absolutamente nadie sabe verdaderamente por qué razón el tamaño estándar de una botella de vino es de ¾ de litro, o 750 ml. Ciertos aseguran que era lo máximo que podía soplar un soplador mientras que hacía una botella, en tanto que dependía de su aptitud pulmonar. Pero asimismo existe la versión que señala que 750 ml es la proporción de líquido que se consigue con un kilogramo de uvas, y que habría definido el tamaño de la botella.
A lo largo de años este formato tuvo un papel hegemónico en el planeta del vino. En esta nota te contamos las causas y por qué razón los vinos pocas veces están en otras botellas.
La primera cosa que hay que decir es que hay varios tamaños de botella para vinos, por lo menos mucho más de diez, de los llamados tipo «Burdeos». Un modelo de botella cilíndrica, alta y de hombros anchos, que puede contener desde 187 cl hasta 30 litros. Si bien, indudablemente, la botella mucho más grande es la de 750 cl.