De qué manera probar el vino Ámbito visual. Descorchamos y servimos el vino (un tanto, ¿eh?). Primero, el fragancia del corcho. Etapa olfativa. Sin eliminar el vino, metemos la nariz y olemos. nivel de gusto. El ataque son las primeras experiencias que experimentamos en el momento en que el vino llega a la boca.
Etapa Gustativa
El ataque es la primera emoción que percibimos en el momento en que el vino llega a la boca. Con la lengua la movemos por todos lados y intentamos de comprender los 4 sabores básicos: salobre, dulce, ácido y amargo. Un vino redondo es aquel que consigue la estabilidad especial entre los 4.
Etapa Gustativa
Aquí es en el momento en que al final saboreamos el vino Solo debemos sorber un tanto y dejar correr por la boca a fin de que el gusto inunde por doquier, a fin de que la lengua logre. advertir y distinguir apropiadamente todos los sabores. En el momento en que mencionamos que un vino es redondo es por el hecho de que consigue un óptimo equilibrio entre sabores dulces, ácidos y amargos.
Lo siguiente es investigar las experiencias táctiles que nos crea: temperatura, cuerpo, efectividad, textura y astringencia.
De qué manera probar el vino: Etapa visual
En la primera etapa de la cata es esencial tener una base blanca, así sea una mesa o una servilleta de papel sobre la que pondremos el vaso la manta para hallar una mejor entendimiento de los colores.
Ámbito visual
Empezamos descorchando la botella y vertiendo vino en una copa. Ten en cuenta que debes sostenerlo por la base a fin de que el vino no se ardiente. Inclina el vaso en un ángulo de unos 45º a fin de que consigas ver a través del líquido desde arriba. Hazlo, predominantemente, sobre un fondo blanco o de colores claros. Repita este trámite hasta el momento en que logre ver el vino con claridad.
El análisis visual te dejará conseguir información sobre la madurez del vino y su concentración.
Huele su aroma
¡Espera, no te lo tomes todavía! El segundo paso para estudiar a probar el vino es comprender los aromas que desprende en el momento en que lo agitas delicadamente en la copa. Los buenos vinos -y los vinos en buen estado de conservación- tienen aromas muy agradables a flores y frutas, madera, condimentas e inclusive elementos ahumados.
El primer sorbo de vino, procura sostenerlo un instante en la boca, a fin de que el paladar logre advertir los matices del gusto. Por consiguiente, si tienes ganas de saber de qué manera ser un catador de vinos, tienes que prestar atención a la acidez de la bebida y su lozanía, a los taninos que le dan su textura característica, y a la existencia de alcohol que contribuye. calor.