Hay quienes afirman que los helenos fueron los vanguardistas, si bien es frecuente ver frescos en los que los egipcios ahora cultivaban la vid, primordialmente con apariencia de pérgolas, que servían asimismo para ofrecer sombra a los segadores.
¿Quién logró el primer vino de todo el mundo?, es verdaderamente una pregunta bien difícil, pero prosigue leyendo para comprender cuáles son los registros mucho más viejos de esta bendita bebida.
No se conoce seguramente dónde se realizó el primer vino, pero se conoce que la viticultura existe ya hace cientos de años, con lo que se han encontrado registros muy viejos.
Los egipcios y el esplendor del vino
Según los historiadores, la viticultura, natural de el Cáucaso, llegó a su instante de esplendor en la temporada de los faraones egipcios. Las técnicas mucho más originales, como el prensado de la uva, fueron inventadas por los egipcios. Afirmaron, realizado por el dios-rey Osiris, quien enseñó a la raza humana de qué manera cultivar la vid, cosecharla y guardar el jugo final. Al paso que su mujer Isis se ocupaba de resguardar y proteger todo el desarrollo en las primitivas bodegas.
¿Qué había en la primera viña?
Se han encontrado semillas de vid cultivadas con una antigüedad de 7000 años en los territorios que el día de hoy corresponden a Turquía, Georgia y Armenia.
La bodega mucho más vieja está en Areni, un pueblo armenio en la frontera con Azerbaiyán. Data del 4100 a. y tiene mucho más de mil años que cualquier otra bodega nunca encontrada.
¿Qué es el vino?
El vino es una bebida alcohólica producida por el desarrollo de fermentación del jugo extraído de la uva. Si bien, los jugos del extracto fermentado de la fruta y ciertas plantas asimismo se conocen como vino.
Según la Real Academia de España, la palabra vino tiene su origen en el latín vimun. Esto también del heleno inos, del verbo ono, oninimi, como lo asegura el Etymologicon Magnum, Universal etymological Dictioray of Cambridge (1800); que significa favorecerse de, explotar.
La historia del vino en la Grecia tradicional
El vino heleno era muy distinta a eso que comprendemos el día de hoy. Era oscurísimo y espeso, tanto que se tomaba mezclado. Se guardaba en toneles, pieles o ánforas de barro que se taponaban con tejido relleno de aceite de oliva o grasa animal, y se sellaban o cegaban con barro arcilloso.
En el primer caso, el aire entraba en el interior volatilizando los aromas naturales; en el segundo, el corcho de arcilla impedía la transpiración y el vino se pudría.